Yrsa Sigurdardóttir: “La novela negra escandinava no está en crisis”

En una entrevista con Efe, Sigurdardóttir ha explicado que “precisamente, los escritores nórdicos son muy afortunados por el hecho de contar con el paraguas de esa etiqueta global de Nordic noir, que da a los lectores una pista de lo que se va encontrar. Aunque no todos los autores sean iguales, identifica el estilo, el espíritu y algunos de los componentes clave”. La consolidación de algunos autores en determinados países, sin embargo, ha sido un freno para el surgimiento de nuevos autores, reconoce: “En Islandia tienden a recurrir a los autores que ya son conocidos, Arnaldur Indridason, Ragnar Jónasson y yo, y eso es problemático, porque impide el relevo generacional, y por ello con Ragnar hemos creado un premio para la mejor primera novela, que les sirva de empujón y puedan publicar”.

A su juicio, la novela negra escandinava triunfa por una combinación de factores: “el estilo de escritura, que es muy realista, personajes creíbles, muy humanos, el componente de la oscuridad con el largo invierno oscuro, y unos asesinatos que suelen ser brutales, con esa idea contradictoria de que pueda pasar algo tan horripilante en un lugar tan aparentemente tranquilo y pacífico”. A estos elementos, Sigurdardóttir añade otro componente: la tendencia a narrar injusticias sociales.

En ese marco se inscribe su nueva serie, formada por seis novelas, de las cuales se acaba de publicar en España la primera, El grito (Destino), protagonizada por la psicóloga infantil Freyja, y el joven policía Huldar. Recurrió a una psicóloga infantil porque en Islandia hay una institución, que luego han replicado en otros países, The Children House (Barnahus), que acoge a los niños que han pasado por situaciones traumáticas y a los que acompaña en las “entrevistas” con la policía cuando han de esclarecer un crimen.

La propia Sigurdardóttir, que no se ha basado en un caso real, visitó esta institución, se puso en contacto con su director para conocer su funcionamiento, y este fue uno de los puntos de partida de la trama de El grito, que comienza con el asesinato de una forma siniestra de una mujer, en presencia de un único testigo, su hija de siete años, que permaneció escondida bajo la cama y que es incapaz de hablar.

Freyja intentará desbloquear la mente de la niña para obtener alguna pista que les acerque al asesino.

A lo largo de la serie, la autora pone en dificultades a sus dos personajes protagonistas, que antes del caso se habían conocido en un encuentro esporádico, y les va entorpeciendo su relación y sus vidas. “Me interesa el conflicto y me divierte”. Confiesa Sigurdardóttir que “tristemente” le resulta fácil escribir sobre víctimas infantiles de crímenes, porque cuando empezó a escribir novela negra hace veinte años pensó que nunca iba a tocar algunos temas, como sobre niños, pero “con el tiempo te curtes”, si bien “se debe hacer desde el respeto, porque siempre hay gente que ha pasado por una situación parecida”.

Entre saga y saga, la escritora islandesa, que ya ha vendido de todos sus libros más de cinco millones de ejemplares, suele desintoxicarse escribiendo novelas individuales en las que cultiva el género del terror, que le acercan más al estilo de Stephen King, admite.

En esta nueva saga, con la que conmemoró su décima novela negra, Sigurdardóttir escribe “asesinatos más bizarros, ante el hartazgo de apuñalamientos y muertes por asfixia, aunque la manera en que mueren no es lo más importante, sino cómo los asesinos llegan a esa situación y cómo se resuelve de manera creíble cada caso”. Además, en la saga ha aprovechado para tratar “temas de actualidad, como los vientres de alquiler, que es ilegal en Islandia, las vacunas antes de la pandemia o los canales sexuales en la internet oscura”.

Preguntada por las aspiraciones de Donald Trump sobre Groenlandia, Sigurdardóttir cree que difícilmente podría inspirarle una novela, porque “si Trump fuera un personaje literario no sería creíble alguien tan chiflado”.

La saga narrativa sobre Freyja ya ha sido adaptada para la televisión y se estrenará en primavera en Islandia, ha anunciado la autora, que prefiere no involucrarse en este tipo de proyectos.