Martes en Zenda. Martes de literatura de no ficción. Martes, en este caso, de Memorial Drive. Recuerdos de una hija, la primera obra en prosa de la poeta estadounidense Natasha Trethewey (Gulfport, Mississippi, 1966), publicada en España por el sello Errata Naturae con traducción de Mariano Peyrou. Pese a su amplio reconocimiento público en el mundo anglosajón —y particularmente en los Estados Unidos—, Trethewey es una autora apenas traducida al español —contamos con la edición que Bartleby publicó de Guardia nativa, el libro con el que se alzó con el Pulitzer; el sello Valparaíso se encargó de la publicación de Thrall, su último poemario hasta la fecha—. Sin embargo, la publicación de Memorial Drive aparenta tener la capacidad para introducir al público de nuestro país en la poética de una escritora cuyo compromiso estético se encuentra siempre entrelazado con los conflictos políticos, sociales y culturales indisociables de su biografía.
Con penetrante agudeza y una voz apasionada, Trethewey, Premio Pulitzer de Poesía, ahonda en esta deslumbrante obra —su primera en prosa— en la insondable experiencia de la pérdida y rememora el brutal acontecimiento que moldeó de forma duradera a la gran autora en la que se convirtió más tarde. A través de la narración del maltrato sufrido por ambas, trata de comprender el trágico destino de su madre, Gwendolyn Ann Turnbough. Página tras página, nos hace viajar también al lugar en el que vivió durante su infancia, en el sur de Estados Unidos, profundamente marcado por la segregación racial. «Niña producto del mestizaje» (su madre era negra, su padre, blanco, y se casaron cuando su unión era todavía ilegal), la autora profundiza en los orígenes de su constante sensación de existir en los márgenes, de no encajar en ninguna parte.
Trethewey nos ofrece una obra bellísima y de una gran fuerza poética, un relato que se adentra en los abismos de la historia personal y de la Historia de un país para desvelar un dolor que se extiende hasta el presente. Memorial Drive es un libro cautivador, hermoso, valiente y devastador, que narra con exactitud una experiencia compartida por muchos seres humanos: la de la pérdida y la ausencia repentinas; pero también es una lúcida mirada a la interminable reacción en cadena generada tanto por la violencia racial como por el maltrato sistémico. Gracias a su inolvidable prosa, estas memorias viscerales, luminosas e imprescindibles permanecen en nuestro interior mucho después de que pasemos la última página».
—————————————
Autora: Natasha Trethewey. Traductor: Mariano Peyrou. Título: Memorial Drive. Recuerdos de una hija. Editorial: Errata Naturae. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
-
Sofía Segovia: «Escribir es una experiencia casi fuera del cuerpo»
«Escribir es una experiencia casi fuera del cuerpo. A mí me gusta en este trance encontrar los ritmos y lo poético; quiero contar de una manera que tome al lector de la mano y le diga: «Nos vamos a un viaje». Las historias que funcionan le dan bienvenida al lector», aseguró este sábado la autora en una entrevista con Efe. Más que un libro, De lector a escritor, la nueva obra de la también promotora de la lectura, recorre las diferentes caras del acto de escribir. Si bien habla de estilo, estructura, cómo manejar la trama y los personajes, el…
-
El dolor del Holocausto en el centro de la virtud del artista
Lo primero que hay que decir, para que no nos llevemos a engaños, es que The Brutalist no es un biopic, sino un “falso” biopic. Claro que un falso documental, por ejemplo, no deja de ser un documental, me parece. Así que estamos ante un biopic: y biopic es aunque resulte que falso. Lo que te encuentras en pantalla es la historia de un ser humano especial, un arquitecto de la Bauhaus, judío que sobrevive al Holocausto y alcanza las costas de EE.UU. Y esa historia está presentada ante el espectador con las formas del género biopic, simula que la…
-
El canon de Murnau
Esa, más o menos, fue la suerte de Friedrich William Murnau. Siendo uno de los grandes del expresionismo alemán, arribó a California contratado por la Fox, pero el estudio acabó imponiendo tantos cortes a sus películas que el cineasta se arrepintió de haber cruzado el Atlántico. De hecho, cuando murió, se disponía a regresar a su país. Unos años antes, cuando Florence Stoker, la viuda de Bram, supo por un anónimo que Murnau y Henrik Galeen —otro grande del expresionismo que ya había rodado El Golem (1914) y con el tiempo estrenaría El estudiante de Praga (1926) y Mandrágora (1928)—…
-
La alegría de vivir
Estamos en el inicio de la década de los 30 cuando emprenden este viaje, planificado con mimo, como deben planificarse siempre las aventuras, porque las aventuras hay que cuidarlas. Confiesa la autora que emprende el viaje con la mochila del desconocimiento, y a medida que avanzamos en la lectura nos damos cuentas de que posee uno de los grandes dones que hacen a la gente grande: las ganas de aprender. Así pues, lo que consigue transmitir es sorpresa. Y esta sorpresa la encontraremos mayormente en las escalas, no en los desplazamientos. La sorpresa vendrá por el estilo de vida de…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: