Martes en Zenda. Martes de literatura de no ficción. Martes, en este caso de Todo lo que entró en crisis. Escenas de clase y crisis económica, cultural y social, un ensayo colectivo coordinado por los profesores José Luis Moreno Pestaña (Linares, 1970) y Jorge Costa Delgado (Cádiz, 1984), ambos investigadores en filosofía política y moral en la Universidad de Granada, y publicado por el sello editorial Akal. En él, haciéndose cargo de múltiples y diversas voces, se plantea una suerte de cartografía política, social y cultural de una herencia: la recibida por cuenta de una crisis económica, la iniciada en el año 2008, que ha marcado inevitablemente el pulso de las vidas occidentales, en todas sus dimensiones, a lo largo de los últimos quince años.
Esta obra se propone retratar los efectos de la crisis —en sus planos económico, cultural, social y político— partiendo de aquellos que la sufrieron en primera persona. Para ello, construye un diálogo entre los afectados por la misma y los investigadores, los cuales dibujan, junto con el propio lector, no solo una imagen humana de la crisis y sus efectos sino también un retrato sociológico de la misma.
José Luis Moreno Pestaña y Jorge Costa Delgado coordinan una original obra que evalúa, en primera persona, un paisaje de crisis que se ha instalado en nuestra cotidianidad».
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Coordinadores: José Luis Moreno Pestaña y Jorge Costa Delgado. Título: Todo lo que entró en crisis. Editorial: Akal. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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Bien por la reseña. Parece interesante si no está impregnado de ideología y es objetivo. Habrá que leerlo para intentar ver un retrato del momento si es que hay suficiente perspectiva todavía para ello. Porque para causas de aquello, realmente solo hay una: la codicia humana.
Es curioso que aquello, una crisis financiera, trajera consigo una crisis social y cultural. Quizás si, quizás la economía fundamenta al final nuestras creencias, nuestra cohesión e incluso nuestra cultura. Pero también quizás, aquello ha sido aprovechado por muchos aprovechados y populistas para poner en cuestión nuestros fundamentos como civilización: otro tipo de codicia, esta vez ideológica.
Está en nuestras manos conservar todo lo conservable, que es mucho. No hay que derrumbar una casa porque haya habido una fuga de agua.