La Asociación ciudadana Soy de la Cuesta, puesta en marcha en 2019, ha anunciado que el próximo día 5 de septiembre, a las 19.00 y en la Caseta 22 de la Cuesta de Moyano, organizará junto a Zenda un acto en homenaje al centenario de la muerte del escritor polaco —que desarrolló, eso sí, toda su obra en lengua inglesa— Joseph Conrad (Ucrania, 1857 – Reino Unido, 1924). El evento, comisariado por la escritora y periodista María José Solano, combinará música, lecturas y una tertulia con el objetivo de revivir la maestría literaria de Conrad, así como su impacto en numerosas generaciones de lectores y escritores que vinieron tras él.
La coyuntura del centenario de la muerte de Conrad coincide, además, con los preparativos del propio centenario de la Cuesta de Moyano, «inaugurada» por el Ayuntamiento de Madrid en el año 1925. De este modo, María José Solano estima oportuna la metáfora del Titanic para poner en relación el legado de Conrad y de la Cuesta: “Moyano, un barco que resiste sin hundirse desde hace casi 100 años, a pesar de navegar entre puntas de icebergs, es el escenario idóneo para recordar al capitán Conrad en uno de los hechos más significativos de su historia y su literatura, convertido con el paso del tiempo en símbolo de nuestra época: El Titanic”.
Frente al hundimiento, lo que flota: el propio Conrad escribió, en su momento, un texto mayormente desconocido acerca de la tragedia del Titanic; el propio Pérez-Reverte, casi un siglo más tarde, recogió su relación con la navegación y la literatura en otro texto sobre el famoso barco hundido, un texto que tituló «No era un barco honrado». Durante el evento, Reverte y Calero recogerán fragmentos de ambos textos en una lectura conjunta, mientras que la parte musical de la velada correrá a cargo del violín de Pablo Martos y el bandoneón de Claudio Constantini, haciendo referencia a la famosa «orquesta del Titanic» que, según las investigaciones, tocó hasta los minutos previo a que el mar acabase por tragarse la embarcación. Cuando se rescataron del fondo del océano los restos del Titanic, apareció un violín de factura alemana que perteneció a Wallace Hartley, músico que viajaba con su banda en el momento del naufragio. Es por ello que el programa musical gira en torno a este instrumento. El violinista y director de orquesta Pablo Martos Lozano y el compositor y multiinstrumentalista Claudio Constantini interpretarán una de las piezas que acompañaron a aquel hundimiento como símbolo de valor y resistencia.
Ya que en el Titanic predominaban las músicas de salón los músicos han elegido la pieza Salut D’amour de Edward Elgar, obra que posiblemente sonó debido a que se convirtió en una de las piezas más populares de la época. Al igual que el violín de Harley fue un regalo de su amada, Salut D’amour fue un regalo que el compositor realizó para Caroline Alice Roberts.
La segunda obra será Danza Española de Granados Nº5 Andaluza. Se trata de una pieza de salón que igualmente conserva la forma de lied o canción. Enrique Granados murió en alta mar como pasajero del navío Sussex, siendo en este fatídico viaje derribado por un submarino alemán. El compositor que ya se encontraba en un bote salvavidas se lanzó al agua para salvar a su esposa y falleciendo en el intento de hacerlo.
Este homenaje será grabado con la ayuda del podcast Prólogos para emitirse en diferido en el canal de Spotify de Soy de la Cuesta.
¿ Derribado?