El pasado 25 de mayo se presentó en Alicante una editorial especializada en novela histórica y negra, que ha elegido por nombre Mankell, en homenaje al dramaturgo y novelista sueco que dio vida al inspector Wallander.
La editorial Mankell nace gracias al empeño de tres jóvenes que se han propuesto apostar por la buena literatura, descubrir nuevos autores y hacer del libro un producto bello, cuidado, estético, una pequeña joya que adquirir y guardar. Marina Vicente, una de las alma mater del proyecto, siempre soñó con ser editora. Según confesó en la presentación, ya desde los ocho años jugaba a que sus amigos le entregaban manuscritos que ella convertía en libros. La mayoría de los niños suele jugar a ser astronautas, bomberos, médicos, futbolistas e, incluso, escritores, pero Marina no, ella jugaba a tener un sueño de otro en las manos y convertirlo en realidad. Hermoso sueño, generoso y valiente, que ha llevado a cabo junto a Cari Guardiola y Jorge Chillón, en esta empresa en la que se han embarcado para hacer posibles los sueños de otros. Porque eso es precisamente una editorial, una empresa que acoge los sueños de los escritores, los convierte en propios y los hace realidad. Y para consagrar su propio sueño, la Editorial Mankell eligió editar una novela de un autor alicantino, El silencio y el mar, y presentarse con ella al público en una fecha que tiene un triple significado:
El 25 de mayo de 1938 tuvo lugar en Alicante el mayor bombardeo sobre la población civil de la historia de España. Una masacre perpetrada por la aviación italiana en apoyo a las tropas que se rebelaron contra la República, que causó 393 víctimas mortales y más de mil heridos. Aquella mañana, una escuadra de nueve aviones fascistas despegó desde Mallorca, voló tierra adentro de la península, giró en redondo para dirigirse a la capital alicantina desde el interior —burlando así las escuchas antiaéreas situadas en el puerto y en la playa— y descargó sobre la ciudad más de noventa bombas, sin que las sirenas llegaran a sonar. El castigo mayor fue para la Plaza Central de Abastos, donde se habían congregado mujeres y niños en un número más alto que de costumbre, alertados por un enorme cargamento de sardinas que había llegado desde el puerto. La hambruna y las bombas como un binomio perfecto de desolación.
Veintidós años después, el 25 de mayo de 1960, una de las supervivientes del bombardeo dio a luz al autor de El silencio y el mar, Enrique Botella. Y cincuenta y ocho años después, en el octogésimo aniversario del bombardeo, Alicante homenajeaba a sus víctimas en un acto en la Plaza 25 de Mayo, donde se reprodujo el sonido de las bombas y el de las sirenas que no pudieron alertar a las víctimas ochenta años atrás. Ese mismo día, el 25 de mayo de 2018, se presentó la que sería la tercera novela de Enrique Botella, y la primera de la editorial Mankell. Una fecha que marca a una ciudad, a un escritor y a una editorial. En este caso, un trinomio perfecto de alicantinos que se han empeñado en que se cuente la Historia y las historias.
Dice Enrique Botella que, cada día de su cumpleaños, su madre le contaba detalles del bombardeo, del que ella salió ilesa, unos hechos que él ha querido trasladar a El silencio y el mar para rescatarlos del olvido. “Momentos históricos sepultados durante años, convertidos en fantasmas que hay que ahuyentar: el miedo, el silencio, la negación, el tiempo que fue atropellando a la gente en su camino”.
El autor entiende su novela como una deuda a pagar y un homenaje: para su madre, para los que sobrevivieron con ella y para los que murieron. Una deuda donde se trenza el pasado con el presente, en varias historias que se sitúan en diferentes lugares de la provincia de Alicante, y donde el protagonista se dedica a llevar el teatro por los pueblos, como Federico García Lorca, otro homenaje de un texto que nos descubre la isla de Tabarca, “un lugar mágico en el que todo es posible, pero una isla olvidada en el medio del mar”. Otra deuda, otra forma de rescatar del olvido “un lugar donde se pueden escuchar el silencio y el mar”, de ahí el título de la novela.
Enhorabuena a Enrique Botella y gracias por rescatar para la memoria colectiva un episodio del que no se ha hablado lo suficiente. Enhorabuena también a Marina Ferris, Jorge Chillón y Cari Guardiola por haber elegido este texto para su bautizo editorial, y feliz entrada en un mundo en el que, estoy segura, vais a conseguir que cualquier autor desee entregaros sus sueños en forma de manuscritos.
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Autor: Enrique Botella. Título: El silencio y el mar. Editorial: Mankell. Venta: web de la editorial
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