Álbum Línea de fuego

A Tomás Cortés Bescós (Los Certales, Huesca), un guardia civil vecino que formaba parte del piquete que fue a buscarlo lo avisó en el último momento para que no subiera al camión. Escapó por la puerta de atrás, atravesando el río Sotón a nado. Atravesó las líneas del frente de Aragón por la noche, escondiéndose de día, hasta llegar a casa de su hermana en Piracés. Mientras huía, escuchó las descargas del fusilamiento del resto de sus compañeros, todos ellos trabajadores de Riegos del Alto Aragón, el 5 de octubre del 36. Siempre sospechó que un compañero lo había acusado. No pertenecía a ningún partido ni sindicato. Al final de la guerra, el bando nacional le había requisado sus ahorros (43.000 pesetas de la época) para la causa. Fue condenado a treinta años por desafecto al Régimen y pagó otras 2.000 pesetas, de lo poco que le quedaba, para no entrar en prisión. Durante varios años tuvo que presentarse en el cuartel de la Guardia Civil después de trabajar todo el día en el campo, hasta que un terrateniente intercedió por él. Jamás inculcó odio a sus hijos. Murió muy joven (con 64 años). @Niner14890354

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