Álbum Línea de fuego

Nuestro yayo, Antonio Gordo Dapena, pastor desde los 7 años en los montes de Sanabria, fue reclutado forzosamente por el bando sublevado con apenas 17 años. Herido por la artillería, una vez acabada la guerra se estableció en Cataluña, donde trabajó lo indecible toda su vida. Cuando sus nietos le preguntábamos si alguna vez había matado a alguien, se tocaba la frente y con mirada resignada contestaba: «Mejor no hablar mucho de esto…». Sintió devoción por su familia hasta sus últimos días. Falleció con casi 88 años. En la primera foto se muestra su carnet de identidad como excombatiente de infantería, condecorado por mutilación en guerra. En la segunda, de 1949, está acompañado por nuestra yaya, Anunciación Resa Cristóbal, y por nuestra querida madre, María Jesús. @carles_obiols

RkJQdWJsaXNoZXIy NjE3NTc=