Álbum Línea de fuego
Nuestra madre estuvo ayudando como enfermera en San Sebastián, en un hospital del barrio de Gros, en 1937 y 1938. Vivió en ese barrio toda la guerra, en un piso en primera línea frente al mar. No paraba de llover y los zapatos no se le secaban nunca. Un día de mareas vivas, en septiembre, encontraron peces en la portería al salir a la calle por la mañana. También nos contaba que una vez, un herido de guerra que estaba de muy mal café, le tiró una bota desde la cama, como el niño mal educado de las cartillas de urbanidad. @gran_uribe
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